Si estás en invierno lo más probable es que el frío te obligue a estar lo más cerrado posible y el problema de esa situación es que la respiración, la transpiración, el lavaplato, la ducha, el cepillarte los dientes, los zapatos mojados, la evaporación al cocinar y todo aquello que pueda generar humedad provoque la condensación. La condensación es el cambio de estado de la materia que se encuentra en forma gaseosa (generalmente en vapores) y pasa a forma líquida. Se depositará agua sobre aquellas partes frías como son: los cristales, el metal de las puertas, los tanques con agua. Cómo evitarlos mohos Mover los colchones en posición vertical si es posible para ventilarlos. Exponer al sol los colchones cuando se pueda. Utilizar la calefacción para secar el habitáculo. Lavar las fundas frecuentemente. Ventilar 10 minutos al día podría hacer una gran la diferencia, abrir claraboyas y puertas. Permitir la entrada de la luz solar cada vez que puedas. Dejar un po...